Nuestro objetivo es entablar relaciones óptimas que nos permitan tener una socialización agradable y permitan un adecuado desarrollo de las relaciones que vamos formando a lo largo de nuestra vida, ya sean familiares, de pareja, laborales, etc.
Será importante conocer nuestra forma de comunicar, sin embargo, dado que la comunicación tiene usualmente 2 partes (emisor y receptor) será también importante entender que no todas las personas comunican de la misma forma que uno mismo.
Para mejorar nuestra comunicación y dejarnos entender más fácilmente, aquí van algunas "técnicas" bastante sencillas que cualquier persona puede poner en práctica. Estas nos ayudarán a mejorar nuestras relaciones y simplificarán también nuestro día a día.
- Hablar en positivo sobre lo que uno quiere y a dónde quiere llegar. Suele ser más fácil para la mayoría de personas hablar de "lo que no quiere", esto deja una gran ventana de posibilidades de lo que si se desea y no es 100% claro para el receptor de nuestro mensaje, entonces cabe la posibilidad de que no obtengamos lo que realmente buscamos. Será importante aprender a transmitir "lo que SI queremos", esto es mucho más claro y concreto, entonces el receptor de nuestro mensaje tendrá la información exacta y habrá menos posibilidades de confusión y de no obtener lo que se desea.
- Estar en contacto con nuestras emociones. Cuando somos conscientes de cómo nos sentimos ante determinadas circunstancias, será más fácil comunicar nuestras vivencias y los significados que estas tienen en nuestras vidas. Las emociones que surgen en una personas ante un estímulo determinado pueden no ser las mismas que surjan en otra persona, recordemos que todos los seres humanos somos diferentes, entonces habrá que saber reconocer nuestras propias emociones para poder explicarnos ante los de más y antes de poder entender a otros.
- Evitar el uso de "siempre" y "nunca". Estas palabras, por más cotidianas y pequeñas que sean, tienen un efecto bastante poderoso en nuestra comunicación. Son palabras que generalizan, hacen ver las situaciones más grandes, complicadas y pesadas de lo que normalmente son. Para evitar esto, empecemos a comunicarnos sobre situaciones exactas, hablar teniendo en cuenta un hecho, acción, sentimiento, etc. concreto. Por ejemplo es muy usual en parejas escuchar en la terapia "tu nunca me dejas hablar", resolver esto es muy difícil hasta para el profesional más experimentado, sin embargo resolver un "en nuestra última discusión no me dejaste hablar" será más sencillo, no solo para el terapeuta sino también para la pareja ya que se habla de una situación particular.
- Tener confianza en lo que se dice. Un mensaje transmitido confiadamente será mejor recibido y entendido que un mensaje transmitido temerosamente. Para esto será necesario que conozcamos bien lo que queremos y cómo lo queremos para poder explicarnos lo más claramente posible y transmitirlo con firmeza y a la vez de forma cálida y empática para evitar que nuestro mensaje suene como una imposición. Los mensajes que se transmiten de forma segura suelen ser más fáciles de entender.
El primero es el "auto-conocimiento", saber de nosotros mismos, escucharnos cuidadosamente para lograr conocer que deseamos, que nos gusta y que no, que sentimos, cómo reaccionamos, etc. No habrá persona que sepa más de uno que uno mismo. Esto nos permitirá también ser transparentes en nuestra comunicación para evitar dobles mensajes difíciles de descifrar.
Y en segundo lugar recordar que todo aquello que comunicamos en positivo tiene un mejor impacto tanto en uno mismo como en los demás.